Al momento de la muerte de Georges Brassens en 1981, la censura de la dictadura militar en todo el territorio argentino prohibía la difusión de la obra de este cantautor, como así también de otros artistas considerados transgresores y de vanguardia. A pesar de este injusto impedimento que frenaba la difusión de su obra, la prensa argentina se hizo eco de la desaparición de esta gran figura y evocó la trascendencia de este creador singular que pasó a la posteridad como un símbolo de la canción francesa de la posguerra.
Con el regreso de la democracia a partir de 1983, la Argentina pudo abrir sus puertas a la obra discográfica de Georges Brassens, lo que permitió profundizar en el conocimiento de toda la riqueza de su obra.
Surgieron entonces entusiastas intérpretes que volcaron todo su talento para recrear esa obra en su lengua original o en traducciones al español que exigieron un gran desafío creativo para verter en otra lengua los innumerables matices y juegos de palabras, expresiones coloquiales y neologismos que jalonan la obra poética de Georges Brassens. Se conocieron grabaciones de Claudia y Alberto Gambino en español. El dúo “Los Irreverentes” de Emilio Martínez y Hugo Raskin dio vida en 1988 al espectáculo “El irreverente señor Brassens” en el legendario Café Mozart. El cantante y poeta Rubén Reches también se abocó a la difusión de la obra "brassensiana", destacándose igualmente por su talento literario para hacer llegar al público hispanoparlante versiones fieles y respetuosas de la intención original.
Fue en 1991 cuando un admirador de la canción de Georges Brassens, el señor Rosel Albero, propietario de la librería “Joyce, Proust & Co.”, se impuso la misión de dar a conocer al público argentino una obra que consideraba extraordinaria y no valorada en su justa medida. Puso al servicio de este objetivo todos los medios a su alcance, su esfuerzo personal, sus contactos, y una gestión que lo llevó de la Argentina a Francia, sumándose a la red de admiradores del legado de Georges Brassens. Impulsó en 1991 eventos de homenaje al poeta cantante, auspiciados por la Embajada de Francia en Buenos Aires, y fue el éxito recibido por estas manifestaciones el motor que lo alentara para fundar, en octubre de ese mismo año, el “CÍRCULO DE AMIGOS DE GEORGES BRASSENS”. 
Las semillas arrojadas por este amigo entusiasta siguen dando fruto aun después de su muerte. Su antorcha ha sido retomada por su actual directora, la señora Mabel Bartolomé, secundada por Hugo Raskin, Augusto Morales, y toda una pléyade de artistas dispuestos a participar y recrear la canción de Georges Brassens, como el gran homenaje ofrecido en octubre de 2009, noviembre de 2010 y septiembre de 2011, en el marco de las actividades de la Semana de Francia, (http://www.vivifrancia.com.ar/) que contó con gran afluencia de público y elogiosos comentarios.